sábado, 28 de enero de 2012

HIGIENE EN LA COCINA



Muchas veces, se presenta que debemos consumir algo fuera de casa. Ya sea para desayunar, almorzar; merendar algo o cenar. Y, las más de las veces, nos entregamos al casi confiado descanso en que todo va a estar bien. Que el lugar es lindo, que encontramos buena ubicación de una mesa; que el mozo o la moza viene solícito a atendernos y nos sentimos bien. Miramos la carta de menúes ofrecidos, preguntamos si no sabemos de qué se trata. Ordenamos y nos dedicamos a la feliz espera de que nos traigan lo ordenado.
   Como vamos a ingerir algo, resulta que decidimos pasar al baño para lavarnos las manos. Salvo algunas raras ocasiones, los baños se encuentran lejos de la zona de cocina. Y, nunca falta que, si se abre la puerta de ese sector de cocina, justo cuando pasamos, por curiosidad se nos ocurra dar una miradita hacia ese interior… Que, a veces, parece como si fuera una puerta dimensional que conecta con un plano de existencia a lo que no teníamos idea o no estamos acostumbrados: A veces mala iluminación, desorden; paños-repasadores con colores dudosos y que utilizan para limpiar los bordes de los primorosos platos que nos van a servir. Ni hablar cuando algo se les cae el piso y lo vuelven a colocar en la cocción, (Ciudado!. Hasta lo he visto hacer en programas de cocina por TV por cable!). utilizar un mismo cuchillo o tenedor para una pieza cocida y que antes manipularon piezas crudas… Las bacterias, no perdonan!. Y, si, algunas, son “incentivadas” por calor y, encima, por humedad…Ay!, Ay!, Ay!.
   La verdad que, desde antes de pensar en cómo preparar una comida; primeramente hay que estar pensando en los pasos de lavado, pelado, corte de cada verdura, carne, etc. , con un orden e higiene que sé que lleva tiempo; pero, que a la larga, agiliza el orden de los tiempos de cocción y hace que siempre, la zona de preparado, se vea despejada y limpia. Las herramientas: Cuchillos, tenedores, cucharas, etc. Separadas según el paso a seguir e, inmediatamente, desplazados a la bacha para su posterior lavado.
   Pero… De nada valdría tanta preparación si, la persona que se encarga de esos preparados, suele ser descuidada en su higiene personal, vestimenta y forma de trabajar. Puede llegar a preparar las salsas más exquisitas; pero, si para probarlas, en vez de usar cucharón de madera, mete su dedo… Adiós Arte, Adiós magia de la cocina. Adiós prestigio del local!.
   Una vez, a la hora del almuerzo, un mozo que debía traer un plato a nuestra mesa, miró su contenido y pasó su dedo en el costado del plato… Pedí otra cosa!.
   Misma situación y más…”Pintoresca” fue cuando una vez, en la India, en un “Restaurante”, pedí fideos saltados con vegetales, (bueno, las vacas…son sagradas!). El señor jóven me trajo el plato, lo miré; noté que los fideos estaban fríos, aún sin probarlos. Le llamé y le dije el motivo. Me miró, miró los fideos y… Metió un dedo entre los fideos y me dijo, serio, que sí, efectivamente, estaban fríos!.
   Me costó salir del asombro por lo sucedido, era la primera vez que me pasaba; luego, comprendí que estaba en la India, pero…. Pedí que me sirviera otra cosa!.
                                                         
                                                                ADRIANA A. GROSSI

                                                                        27/01/12

No hay comentarios:

Publicar un comentario